Hoy tenía tanto para hacer por este emprendimiento que no sabía por donde empezar. La parte que más me gusta es esta: El blog. Sin embargo es a la que le dedico menos tiempo porque siempre hay «otras cosas» más importantes.
Cuando al fin pude sentarme en la computadora me pregunté: ¿Con qué empiezo? Un especialista me diría: PRIORIZAR para darle órden a lo que tiene que ir primero y así acercarme al objetivo que (supuestamente) tengo definido.
Mi pregunta es: ¿qué priorizo? ¿lo que me gusta y me inspira? ¿o lo que tengo que hacer si o si para que el negocio ande mas o menos ordenado? Decidí optar por lo que más me gusta y entonces me puse a escribir este post.
Ántes De La Inspiración Encuentro Otros Sentimientos:
En verdad hay tantos sentimientos adentro mío que no se como ordenarlos para ponerlos a todos aquí por escrito y estoy convencida que a tantos de ustedes leyendo esto ahora les pasa lo mismo.
La vida nos golpea. Sentimos que nos golpea ¿no es así? A veces las circunstancias parecen tan duras que a decir verdad (al menos personalmente) no sabemos como hacer para continuar y por eso me parece tan importante lo que dije más arriba: BUSCAR LA INSPIRACIÓN DE TODOS LOS DÍAS.
Hace un tiempo decidí que en todo lo que hiciera buscaría inspiración para seguir adelante y descubrí que la vida me regala tanto que no puedo parar de encontrar personas, momentos y vivencias tan gratas como para no avanzar.
Comparto estos pensamientos porque a menudo me encuentro con personas que pasan situaciones parecidas. Todos estamos en la lucha por reconocer lo que tenemos adentro: nuestras emociones. Somos una generación que se diferencia de las anteriores porque no nos conformamos con «la vida de manual» por la cuál supuestamente debemos ser «felíz».
No, no nos conformamos, porque aunque tengamos todo lo que «se necesita» seguimos sintiendo algo adentro que nos grita «ésto no me conforma». Por eso yo me miro para adentro. Sin miedos, con coraje. Miro para adentro para tratar de reconocerme, de ponerme primero y de priorizarme.
Hay mucho estímulo afuera, tanto que no sabemos para donde mirar. Todos corremos hacia no sé donde, pero corremos y ahí está la vida pasando por en frente nuestro sin detenerse tampoco.
Nuestros hijos nos observan y sienten. Tienen emociones al igual que nosotros pero sin embargo, si como adultos no miramos hacia adentro para reconocer lo que nos pasa, ¿cómo lo van a reconocer nuestros hijos? Ellos están aprendiendo de nuestras acciones en todo momento, tal como nosotros lo hicimos con nuestros padres y familias hace un tiempo y por lo cuál tal vez nos encontramos desorbitados hoy: porque ántes nadie hablaba de «lo que sentías».
Hoy decido buscar y optar por lo que me inspira. Por eso en mi tienda vas a encontrar objetos que cumplen con esa característica, la de inspirarte. Aunque sea una pavada para regalarte o regalar. También por eso en este blog vas a encontrar historias reales que nos inspiran a todos.
Hoy decido escucharme, y deberíamos repetir esa oración como mantra todos los días: HOY DECIDO ESCUCHARME. Decido reconocer lo que me pasa, sin tenerle miedo a la tristeza (que es parte de la vida), a la frustración o al sentirme desolado por momentos; porque todas esas emociones son reales, existen y forman parte de nuestros sentimientos al igual que las buenas: alegría, felicidad, motivación, entusiasmo, positivismo y muchisimas más.
Por momentos pareciera que nos enseñaron a bloquear los desánimos, los llantos, las frustraciones y los momentos tristes. ¿Será por eso que esta vida «no nos cierra»? ¿Será por eso que el «manual para ser felíz» no nos enseña nada? Tal vez hay que abrazar el dolor, aceptarlo y tratar de entender que siempre va a estar porque es parte de nuestra existencia desde siempre. Aceptando y abrazando ese dolor tal vez luego podremos encontrar lo que nos inspira a seguir adelante.
Pero, Por Donde Empiezo:

Para sentirnos inspirados basta con detenernos y mirar un poco hacia adentro y luego hacia alrededor. Por enumerar algunos ejemplos diría: en principio me tomo unos segundos para conectar con mi respiración, puedo cerrar los ojos o no. Alcanza con sentir como ingresa el aire a nuestros pulmones y de a poco ir pausando el ritmo de ese aire, para tratar de relajarnos.
Luego, una vez conscientes del momento presente comenzar a pensar en las personas que más amamos, que tenemos la dicha de amarlos. No olvidemos esto: podemos amar. Luego seguimos por escuchar o recordar alguna canción favorita, una frase, algún dicho. Escuchar una melodía o algún instrumento. Sentir un aroma (a mi me encanta el del café), tocar algo suave o acariciar a alguien; mirar el atardecer o levantar la mirada hacia el cielo y percibir los colores (sea el día que sea aunque esté nublado). Siempre hay donde encontrar la inspiración.
Esos son simples ejemplos. La verdad es que la inspiración está en todos lados. Busquemos. Busquemos. Busquemos. Que es la única forma en que encontraremos.
Hasta la próxima 🙂
Deja una respuesta